El accionar preventivo de efectivos policiales de la Unidad Regional II se vio afectado por las agresiones recibidas cuando inetrvenían en dos hechos denunciados por la ciudadanía.
Los hechos se sucedieron días atrás en los barrios 4 de Diciembre y 9 de Julio, cuando los uniformados respondieron a los llamados efectuados al 101.
En el primero de ellos, vecinos habían denuncia que dos personas estaban agrediendo a un tercero en la vía pública. De inmediato se dirigen hacia el lugar en cuestión, pero cuando llegan no observan el hecho denunciado. Aparentemente el hecho habría finalizado. Al efectuar un recorrido, se dirigen hacia un joven que se hallaba en la cercanía para preguntarle de buena manera si había visto algo respecto a lo que se había denunciado.
Sin embargo, el interrogado habría respondido de mala manera, en tono desafiante y pasando a agredir verbalmente a los policías. Seguidamente una mujer que sería familiar del sujeto, salió en ayuda del mismo, comenzando a insultar a los uniformados para luego iniciar una pedrea en contra de ellos.
Una de las piedras dio de lleno en el parabrisas y en la luneta trasera del móvil policial, rompiendo por ende ambos cristales.
Ante ello, los efectivos procedieron a la detención de la mujer, en tanto que el joven huyó del lugar. Tras ser reducida, la fémina fue posteriormente trasladada a sede policial, donde se labraron actuaciones por daños y resistencia a la autoridad.
En el otro hecho acontecido en el barrio 9 de Julio, otro llamado al 101 daba cuenta de que se estaba produciendo el robo en una vivienda.
Al constituirse en el lugar un móvil policial de la Unidad Regional II y tras dialogar con los propietarios de la vivienda, logran sorprender y aprehender al sujeto que estaba llevando a cabo el ilícito dentro del inmueble.
Se trataba de una persona de sexo masculino, mayor de edad y con un pedido de captura pendiente, quien rápidamente fue reducido y era inminente su traslado a dependencia policial.
Pero, luego aparecieron de viviendas contiguas, familares del malviviente, quienes se opusieron al arresto exigiendo su liberación.
Como los policías seguían con su cometido en el marco de la ley, los familiares comenzaron a arrojar elementos contundentes hacia el móvil y los efectivos a los fines de evitar el traslado del sujeto al calabozo.
Tras la agresión los familiares se dieron a la fuga cuando se los pretendía aprehender. Ningún policía resultó lesionado, en tanto que el móvil sufrió daños materiales producto de la intensa pedrea.
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