El "azucarero" estaba ofrendando un triunfo a su gente cuando hinchas visitantes generaron disturbios.
Río Grande estaba derrotando 2 a 0, a Independiente de Hipólito Yrigoyen cuando sus parciales provocaron serios incidentes y el árbitro Edgar Segovia suspendió el partido a los 30 minutos del segundo tiempo.
El encuentro correspondió a la 13º y penúltima fecha del Federal B, cuyo veredicto quedó en manos del Tribunal de Disciplina.
Hugo Manzur y Bruno Solorza convirtieron para los "azucareros". En tanto, tres jugadores visitantes y uno local vieron la tarjeta roja.
El partido, como se esperaba fue vibrante, porque Independiente necesitaba imperiosamente ganar para tener chances de pelear la clasificación con su vecino Deportivo Tabacal ya que en la última fecha quedará libre.
Pero, se topó con un Río Grande que venía bastante animado por los resultados logrados y no pudo controlarlo. Con Matías Roldán que se adueñó de media cancha y permitió rodar la pelota con criterio, Río generó varias jugadas de gol.
A los 22' del primer tiempo, apareció Hugo Manzur para abrir el marcador, desatando la alegría de sus seguidores.
Ya desde el banco visitante había reclamos por el accionar del árbitro, que había sacado gran cantidad de tarjetas amarillas y a los 19'; 27'; 35' y a los 43' del primer tiempo ya había expulsado a tres jugadores de Independiente y uno de Río Grande.
Con el 1 a 0, finalizó el primer tiempo, y comenzaron los reclamos del cuerpo técnico y de la dirigencia del equipo visitante, que llegaron incluso a exigir un dosaje de sangre al árbitro Segovia.
El segundo capítulo comenzó con los ánimos caldeados, pero el árbitro continuó mostrando tarjetas. En tanto Río Grande siguió dominando el partido y llegó el segundo tanto, a la media hora cuando en un desborde, vino un centro y Bruno Solorza la mandó al fondo de la red.
A partir de ese momento, comenzaron los incidentes en la hinchada visitante, donde algunos inadaptados comenzaron a romper el alambrado y a arrojar piedras. Ante esos hechos de violencia, la policía tuvo que reprimir lanzando gases y balas de goma. De pronto todo el estadio y los alrededores del sector Este se vieron cubiertos por la densa nube de gases que provocó un desbande de la gente.
Lamentable final para un encuentro que prometía ser de lo mejor y ahora habrá que esperar la decisión del Tribunal de Disciplina, respecto a los hechos acaecidos.
El juez manifestó que el partido fue suspendido y consideró difícil que se juegue el tiempo faltante, por cuanto ya se habían disputado 30 minutos.
Al término del caótico partido, un grupo de hinchas visitantes, arremetieron al salir en contra de viviendas, autos y motocicletas, amenazando incluso a mujeres que estaban sentadas en una plazoleta.
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